¿Dónde has dejado la vida, que ya nadie te la encuentra en la contienda de rosas y espadas?
¿Dónde estás, caballero negro de corazón blanco?
¿Darás el paso y te convertirás en una leyenda? ¿Serás capaz?
Entonces deja aqui a mi lado tu yelmo forjado por las manos de Dios. Deja aqui todas tus cicatrices, todas tus lágrimas, todo tu dolor. Ya no tienes que cargar con el peso de los demás, ahora lo cargaré yo en las páginas que hoy me ves escribiendo. Perdurarás en la dura historia por la que nos tocó luchar como el más grande de los guerreros, de aquellos que no se rendían jamás. Pero el resultado será igual...
Hoy un hombre murió.
Hoy nació, una leyenda.
miércoles, 7 de octubre de 2009
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