lunes, 3 de diciembre de 2012

A la luz de lo que no es un cigarro

Sabes lo que es el porno a oscuras.

Es desesperación. Es miedo. Es un intento de seguir sintiendo algo por debajo de la cintura. Es olvidar que somos humanos. Que sentimos más allá del olfato. Que somos jodidamente malos. Que nos odiamos y seguimos buscando la felicidad en el fondo de un plato. De una botella. De un cenicero. De un entierro que nos promete algo. De usar las manos y seguir olvidando que seguimos siendo cintura. Cintura para abajo. Instinto, sed de vino tinto y lubricante barato, por que aun no se ha comercializado.

Solo venden asfalto. Un calor artificial. Un encanto que se moja y no es por tu encanto personal. Es por tu pela. Tu pasta. Tu "money" que no has dejado de pronunciar mal sin que a nadie le importe.

¿Has visto a alguien herido por dentro? Por dentro de verdad. Criar un cáncer de esos que mata a los demás y que no deja que nadie lo estirpe de tu lado. Sentir que no eres nadie. Morir delgado. Rodeado de cosas que comer. De güisqui barato. 

¿Güisqui? Quise decir el tabaco verde que fumamos después de cada decepción.


En la habitación de al lado

Mi felicidad depende de una falta por asistencia. De una ausencia que se trasmite por el sonido. De un oído que oye mas de lo que escucha pero sigue siendo feliz. Qué decir, estamos invertebrados en el cerebro. Somos plásticos y esnifamos algo que nos hace sufrir. Sucumbimos en un ombligo. Caemos en el olvido y somos lo suficientemente lascivos de pensar que somos algo. Es lo que tiene ser humano. Sentir. Vivir menos de mil años pero poder existir y no ser devorado por vegetarianos ineptos.

Odiadme por lo que pienso; amadme por lo que soy. Pluraridad gradual, nervios. Un pulso herido de García Lorca. Una semilla que ha decidido nacer muy lejos y que aun ni siquiera se atreve a echar raices ni con una guitarra. Ni entendiendo lo que dices. Ni aunque tenga sentido y busque herido curarme en el otro lado, que está a oscuras...

Por que un milagro duerme en la habitación de al lado.
 
 

domingo, 2 de diciembre de 2012

Tocando

En algun lugar, alguién echa una foto a un guitarrista, intentado arrancarlo de la simple eventualidad para pegarlo en una eternidad que ni siquiera será duradera, sólo se archivará.
Y será otra que espera en un ordenador caducado que pide a gritos una muerte digna entre altavoces de ocho bits unidos sólo por una toma de corriente. Pero no te preocupes, que se va a arreglar temprano. Aunque lo mismo dicen con mi vida y ya ves, sigo esperando.

En la eternidad de una foto, por siempre tocando.