Buscaba un sustento en mitad de la noche cuando vi a mi Granada oscura, silenciosa, pendiente de cosas que apenas duran una calada y se disuelven en el anochecer más tardío, cuando la ciudad se lava con el rocío y se seca con el amanecer.
En esta tierra di mis primeros pasos. Pero los pasos no se miden en pies ni en nada tangible. Buscaba una ecuación que los hiciera predecibles, pero siempre acababa dándolos justo antes o después del momento que me indicaban.
Y me caía.
Y me levantaba.
En Granada, siempre en Granada.
martes, 31 de mayo de 2011
domingo, 29 de mayo de 2011
Complejo de loro
Entre los minutos que me da un contador vacío, estoy buscando un segundo que hacer mío. Últimamente sobrevivo como un colgado, entre apuntes y conglomerado que finge ser madera y espera la firma de cada maldito crío que pasa ella con un taco de sus primos-hermanos.
Repaso sus muertos mientras me acuerdo de cientos de otros, que han hablado de todo menos de lo que debían. Se inventaron mundos y profecías que debo repetir para el sentir de mis señorías, que me controlan con un parte de asistencia y una firma que, a las 8 de la mañana tiene de todo menos forma.
Y se repite la historia, y nos vuelven a contar lo mismo y me ensimismo en que tengo que volver a mi sitio, entre papeles y quehaceres que durarán menos de 1 semana. Pues ya no quedan ni ganas de que termine, pues quizás después los rostros que me acompañan se difuminen y estos meses enanos se me corten en la mente, como me pasa cada vez que vuelven los fantasmas a mi cabeza.
Así que enfrío otra cerveza y vuelvo a mi jaula de papeles, para seguir cogiendo complejo de loro.
Repaso sus muertos mientras me acuerdo de cientos de otros, que han hablado de todo menos de lo que debían. Se inventaron mundos y profecías que debo repetir para el sentir de mis señorías, que me controlan con un parte de asistencia y una firma que, a las 8 de la mañana tiene de todo menos forma.
Y se repite la historia, y nos vuelven a contar lo mismo y me ensimismo en que tengo que volver a mi sitio, entre papeles y quehaceres que durarán menos de 1 semana. Pues ya no quedan ni ganas de que termine, pues quizás después los rostros que me acompañan se difuminen y estos meses enanos se me corten en la mente, como me pasa cada vez que vuelven los fantasmas a mi cabeza.
Así que enfrío otra cerveza y vuelvo a mi jaula de papeles, para seguir cogiendo complejo de loro.
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