Y es ya estar tan acostumbrado a vivir
en un mundo estático que lo único que aprendí fue a besar botellas
de plástico y recetar farlopa a mujeres de barro que no son más que
una excusa para tener un ombligo donde poder caerme muerto.
"Baila gitana, baila un poco más
ahora que ya no tengo miedo a la edad, ni tú, a los brillos del
cielo"
Que es la lengua la que convierte el
humo en arte. Y en el aire, las palabras siguen siendo viento, aunque
al final, lo que importa es contenerlo con una compañera hasta
morirte de ganas. Entonces empiezas a comprender que beber para
olvidar no sirve mientras puedas follarte a la amistad y al odio. Que
criar intenciones tampoco, si siguen haciendose esperar por la edad y
el sexo. Que el momento es ahora.