A veces llevas razón y debería dejar este engaño.
Que no se leer tus encantos si me miras después de llorar tanto por esas palabras que ya no me vienen. Que ya no están pegadas a ti. Que ahora, irnos se ha convertido en un verbo transitivo y la ropa en un aviso de buzón de voz, que ninguno quiere dejar aparte.
Así que voy a marcharme y fingir que vives en mis cuentos, dónde todo es perfecto hasta que me da por empezar con los celos, las discusiones y las mentiras. Añadir personajes secundarios y besos en las segundas citas. Ah, y sexo, mucho sexo suicida para olvidar la trama principal.
Que eres tú, mi amor.
Que eres tú.
jueves, 19 de septiembre de 2013
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