Quiero ser un pintor daltónico, un esclavo en paro, un alemán con hipopotomonstrosesquipedaliofobia y por joder, hasta tartamudo.
Quiero cultivar una planta vegetariana y a un mamut arrepentido por excitar a un libro tanto como para dejarlo en blanco. Quiero chutar tanta heroína a un pesimista que me consiga convencer de que la vida merece la pena y luego decirle que era un remedio homeopático.
Quiero entender a todo el mundo y luego, hacerme el loco. Entrar en un monasterio a propósito y confesarme ateo. Reírme de los ciegos para pintarle las estrellas y luego inventar un cementerio donde poner nombre a las corneas. Decir que son azules y que nunca lloran.
Quiero vivir por encima de los peldaños. Quiero llegar a drogarme tanto que confunda esto con el infierno. Quiero sentir algo por encima de mis posibilidades. Quiero pedir una hipoteca y que seas tu quien la pagues con cada beso que no me has dado.
Quiero morirme sin que ningún Dios venga a resucitarme y mirar en el otro lado la barca de Caronte. Y que después, en el horizonte... no amanezca.
jueves, 16 de mayo de 2013
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