No quiero mirarte, no quiero ver esa mirada envenenada de reproches por lo que hice. No sé lo que pasará. No sé lo que está pasando. No puedo firmar el futuro y violar al pasado en callejones oscuros mientras me persigue el tictac del reloj hambriento que me devora por dentro mientras corro.
Sólo.
Buscándote.
Pero igualmente sólo...