sábado, 12 de diciembre de 2009

Calor Humano

Caíamos a pies puntillas por las callejuelas nocturnas de la ciudad. Tú, yo y una botella de tequila a pachas que nos perseguía, en mitad del callejón, entre la etílica venganza de la razón o el coma.

Entre hacer lo que estabamos deseando o acabar el último trago de JB. Pero los últimos tragos siempre son amargos, así que dejamos el culo del vaso a cualquier vagabundo errante e hicimos de aquel callejón nuestra cama, y de aquella noche nuestro edredón.

Ya no sabía si llorabas deseos o vodka entre tus piernas. Si tus manos se servían de las mías, si yo me servía de tu boca. Y no te equivocabas al decirme que existía calor más allá de un vaso de ginebra y una sonrisa por un par de monedas.

Frenética lucha de dos improvisados amantes, borrachos, desnudos y sin estrellas que atestigüen su felicidad, sin necesidad, de una botella.


domingo, 6 de diciembre de 2009

Caminante Nocturno

Era uno de esos caminantes medio descalzos sin rumbo ni monedas con las que cobijarse en cualquier taberna de mala muerte.

No descansaba al anochecer, ni cuando los bandidos de rondaban el pezcuezo para quitarle lo que ya le quitaron por nacimiento: algo por lo que luchar.

Y por eso camina incansable, pues nunca encuentra un motivo por el que quedarse entre bastardos y putas que cada día fingen peor que los de su alrededor les importan una mierda. Por eso camina por la noche con pellejo de cordero negro que no chilla cuando le rajan el cuello, que no se deja amedrentar.

Nada que perder, nada que apostar.

Empezó dando traspiés cuando todavía no sabía andar. Besó un suelo que le pertenecía a los demás pero nunca besó los pies de nadie. Un sendero a media noche no tiene Dios ni dueño, sólo el candelabro blanquecino que cuando más te alumbra, te deja tirado en la penumbra de algodones cambiantes con el sabor a los sueños que nunca pudo rozar.

Su historia no tiene final, como no lo tienen nunca sus pasos. Cuantan que con los años, aún lo ven caminando medio descalzo mientras avanza sin descanso.

Sin nada que perder, sin nada que apostar...

... Caminante nocturno en la oscuridad.


Diferencias

Mujer
¿Has llegado a un estado en que: ves a tu pareja estéticamente similar a una vaca embalsamada , y sientes que la biblioteca Nacional es el mejor lugar para pasar una noche feliz?
Esta es la solución que reavivará el fuego:
Paséate con ropas transparentes por la habitación con lo que a él tanto le gusta: tus tentadores melones .
Dile que hacia tiempo no veías un fiambre tan saludable y júrale que tiene la sorpresa más adorable que hayas tocado.
Acaríciale con una pluma el cabello , pon música de terror y susúrrale al oído: quítate los lentes.
Una vez que percibas que las palabras están de más, sonríele y entrégate como una perra .
Olvídate del tiempo, del pasado, del futuro (NO DEMASIADO) y se tú misma: una autentica protectora de animales
Después de un momento así, nada volverá a ser como antes, créeme.

Hombre

Has llegado a un estado en que: ves a tu pareja estéticamente similar a una heladera con freezer , y sientes que la borrachería es el mejor lugar para pasar una noche feliz.
Esta es la solución que reavivará el fuego:
Entra en el cuarto de huéspedes con lo que a ella tanto le gusta: tu banana a pleno.
Dile que hacia tiempo no veías una mozzarella tan sobervia y júrale que tiene el peluche más memorable que hayas tocado.
Tómate 5 minutos y véndale las manos , pon música erótica y entra nuevamente al grito de ¡¡¡ABRAN CANCHA QUE LLEGO EL MUÑECO!!!!
Una vez en el cuarto, sonríele y entrégale todo tu "hamster" .
Olvídate del tiempo, de los problemas que te rodean y se tú mismo: una autentica máquina de lustrar el piso
Después de un momento así, nada volverá a ser como antes, créeme.