Hoy el día llora.
Otro día que puedo estar junto a ti.
Pero tu haces lo que debes, lo mejor para nosotros, mientras yo impaciente espero al día siguiente para poder estar unidos de verdad. Nada de actuar delante de miradas marcadas por el interés ajeno, que caeran de lleno en la falsa educación de mirar hacia otro lado, cuando en verdad están comentando que vaya dos.
Días iguales que siempre se repiten, se copian los unos a los otros, y poco a poco los veo pasar sin pena ni gloria.
Quizás para alguién esos fueran grandes días, días que se hicieron recordar, o rememorar por actos del pasado que hicieron del presente mereciera la pena, que los sueños se cumplieran y que la esperanza no se rompiera la crisma contra el suelo, una vez más.
Pero cuando te vas, aun sabiendo que volverás, duele. No estoy echo para vivir sin ti, no estoy echo para aguardar delante de un muro sabiendo que no vendrás. No puedo esperar a la sombra de un telefonillo al compás de mis anillos fríos al no tenerte cerca. Mi cuerpo está calado y la lluvia no cesa.
Hoy el dia llora... hoy el día llora por saber, que no vendrás.
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