La verdad, la gente es complicada de cojones.
Pero así, como os lo digo.
Esta vez nada de metaforas bonitas ni demás gilipolleces varias. Por una vez las cosas directas sin ese maldito tapiz que abarca la literatura que tan platónica y profundamente amo e irónicamente odio.
Seamos sinceros, a la gente le gusta tener problemas. Es bonito justificarse en ellos. El subidón que te da el superarlos te emociona, y el decir que luchaste contra ellos aunque luego te den una patada en el estómago te hace presentarte como un tipo duro de verdad. Y eso te gusta. No me digas que no, por que lo sé. Yo también lo he vivido. No soy sólo el amigo del que te está metiendo mano. No soy la puta alfombra que pisas para llegar al altar de ese macizorro que tengo por colega de bares.
Pero por si acaso me olvidas, te comento que no todo lo que dicen es mentira. Que yo también soy duro, que le hecho huevos a la vida, al contrario de los que te tiras cada noche. Yo no me voy pagoneando por ahí de lo inteligente que soy , ni de las cosas que consigo sin tan siquiera levantar el culo del asiento. Yo tiro pa'lante con to' lo que me eches, y aunque tú me superes y me saques dos vueltas de ventaja al mundo, yo he tropezado tanto que ya sé caer, al contrario que tú, que cuando lo hagas te darás la ostia padre.
Avisame cuando eso, por que ese día encenderé una vela por ti.
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