- Cuanto hemos envejecido...
- Yo siempre he sido vieja, Ben. ¿Y sabes qué? No me importa. Los músculos me duelen porque los he utilizado. Ahora me cuesta subir esas escaleras porque las he subido todas las noches para tenderme junto al hombre que me amaba. Tengo unas cuantas arrugas... pero he visto miles de cielos y días soleados. Yo soy, y me siento así porque he bebido y fumado y vivido y cantado, sudado, amado, bailado y he hecho el amor tanto que he tenido una vida estupenda, en serio.
Envenjecer no es malo, Ben. Envejecer... es un premio.
Extracto de conversación de The Guardian
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario