eso sí, a donde no duela
el corazón, el gesto, las espinillas
las formas vacías de los viernes
Pégales un tiro hasta que se dejen
y sus hilos no sean más que carne
dispuesta al matadero
Y ya metidos, alíñalos con este encabezamiento;
Un bocado, un escarmiento.
El plato entero, el pecado.
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