Mequetrefe sin agallas, pusilánime con poco o nada que decir
viste un jersey a rayas con manchas entre blanco y gris
y siempre lleva un cigarro entre ese par de labios sin fin de mes
Mira el móvil a cada rato y vacío, se enciende otro cigarro
quemando el libro de pasta blanda adgenciado en su último mercadillo
donde ha vuelto a caer como mosquito en las telarañas de los best-seller
A menudo miente, siempre mezclando vidas de delinqüentes
con esa cara imberbe de no haber roto un puto plato en puta su vida
y lo remueve todo bien juntito en un vaso ancho de güiscola.
Entonces se acerca al oído de la primera persona que le de un motivo
y le mastica las tres primeras líneas de cualquier cosa que aparezca en la wikipedia
escupiendo entre medias anglicismos y algún refrán del siglo tres.
Y después saca su libro de poesía, se acerca al micro...
y el resto, ya lo sabéis.
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