Voy a escribir algo que no puedo decirle a la persona correcta.
La quiero, pero sé que poco a poco me voy a ir muriendo, sin saber por que al estar al lado de ella, mi corazón se para, dejo de respirar, no quiero hablar, no quiero pensar, solo quiero seguir con ella a los ojos del Sol, al cobijo de la Luna.
Dejar de escribir las cosas que haremos, solo hacerlas sin más. No quiero planear, quiero presentarme cualquier tarde en un portal, para llamarte sin saber siquiera si estas. Dejar de soñar con lo que podremos hacer algún día, cuando mal dios errante nos junte en alguna noche de invierno fría de luna oscura. No importa cuando, no importa el qué, solo importamos nosotros dos.
Querría decírselo, pero no tengo el valor como para abrir mi corazón. Tiene demasiadas puñaladas y a nadie le gusta ver dolor. Nadie se enterará de esto y lo único que me espera es poder introducirlo en la profundidad de un mundo que a nadie importa, para que al final algún vagabundo lo lea en una servilleta, lo lea y entienda que hasta un corazón muerto, puede sangrar...
Y hasta la mejor de las sonrisas, puede hacer llorar.
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