La felicidad no es algo que exista.
La gente se empeña y empeña en ser feliz sin ver que la felicidad no es algo que se pueda comprar y guardar en el fondo del armario.
La felicidad es como el viento, que viene y va, siempre libre. Por eso queremos ser libres, por que queremos ser como la felicidad, feliz en si misma y libre de las cadenas que nos atan a nosotros al suelo.
Pero hasta un encadenado puede ser feliz, por que si se ata a un sueño, un proposito, una ilusión, la felicidad se encadena con él para que la voluntad no se oxide.
Soy feliz por saber que tu estás ahí... aunque yo esté aqui, condenado a ser feliz.
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