domingo, 12 de julio de 2009

Conversaciones con el Diablo

-Dime, ¿que quieres?

-Nada.

-Te daré riquezas imposibles de contar, y no sólo plata oro y diamantes, si no poder para fundir la tierra, para derretir corazones, para quemar aldeas y pueblos con tan sólo un susurro. Haré que tu nombre sea recordado en cada basto recuerdo, que se grabe en cada mirada de clemencia arrastrada por los suelos. Te otorgaré poder en los cielos para rivalizar con el mismisimo Dios y las nubes serán tu colchón para las mujeres mas hermosas que desees poseer. No manarás sangre de tus heridas pues estás nunca serán inflingidas por nadie que quiera empuñar tu mundo. Serás inmortal, una leyenda que todos recordarán.

-Decir todo, es como decir nada.

-Y acaso no era nada lo que me pedías?

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