Encuentras la frase perfecta.
Preguntas por el sujeto y miras a ver si concuerda con el predicado. Te fijas en los complementos del nombre y empiezas a subrayar los complementos indirectos. Cuando lo tengas claro, pasas a los complementos directos. Luego miras a ver si el verbo es nominativo. Si no lo es, la cosa pinta bien. Con un buen par de atributos ya puedes empezar el análisis de la cópula. Pero antes, ¡cuidado! no olvides el suplemento.
Una vez hayas profundizado en el análisis busca otras formas de examinar la frase que tienes entre manos. Si te cansas, tranquilo, ponla en pasiva y que trabaje el complemento agente hasta que la voz pasiva cambia a activa y sea claramente enunciativa.
Si sigues estos consejos, cuando se te haya acabado el tiempo de examen (y la tinta de tu boli) ya habrás conseguido todo un 10 =)
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1 comentario:
¬¬ es lo que tiene mezclar la biología con el latín
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