sábado, 14 de mayo de 2011

El arte de la vida

Todo empieza con una habitación. Siempre es una habitación. Una tentación de cerrar las paredes y abrir la imaginación buscando una canción que encuentras sin voz.

Continua el tópico: una mujer. Siempre es una mujer. Unos labios carmesí y unas piernas entre ti y tu blues frenesí de punteos malos.

Avanza el guión y encuentras un reloj que marca el momento del portazo, del primer abrazo y lo que sigue en esos casos de ganas de estar entre 4 paredes, un reloj y una mujer.

Pero esta vez, la historia cambia. Paredes que ven, una mujer que no es mujer y un reloj que por fastidiar, hasta funciona. Planeaste la historia perfecta de una noche cualquiera.

Lástima: en improvisar está el arte de la vida.

1 comentario:

A weird thing alive* dijo...

Que ciertos y geniales son tus escritos, tan... tuyos (?)


y un reloj que por fastidiar, hasta funciona. ( amé esto)

Cuidate obra de arte.