sábado, 14 de mayo de 2011

Tradición oral

Me gusta amarte hincada de rodillas.
Aquí, tan desde abajo, tan cerca de la tierra
relamo el palpitar de tu cuidado
y centro mi delicia en el transcurso.

No es de extrañar que el mundo sea redondo.
¿Qué forma iba a adoptar, sino la de mi boca?


Raquel Lanseros, de Croniria (Hiperión, 2009).


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