Tiene siete puertas
la caja de mi mollera...
A veces me pregunto
cuántos puñales tienen que sujetar
el dolor hambriento de las cabezas para
despertarse y descubrirse
en la cínica charca de los pájaros de humo.
A mí me hicieron falta siete.
Ahora siete puertas se me abren.
Tendré, que sonreir
las malas cosas crecen,
las buenas cosas pasan
y no paro de reírme...
(Escuchando a Migue Benitez)
No hay comentarios:
Publicar un comentario