La oscuridad me rodeaba demientras que ya, no pensaba en nada. Después de tantos meses sólo, mi mente ya desconectó, simplemente para mantenerse vivo. Pero ¿acaso esto era vida?
Él solo había luchado por una vida mejor, cualquiera lo habría hecho... y pensar que ha eso lo llaman traición. No lo maté por la espalda, no lo sorprendí en un callejón oscuro mientras volvía a su lujosa mansión, ni tampoco mientras dormía. Yo sólo, me puse delante de él, le mire a los ojos, escuché sus últimas palabras.
"Tienes futuro chico... todos esos que se estaban muriendo junto a ti no valen ni la mitad que tú. Tú has sido el que de verdad ha tenido la valía para decirme lo que soy de verdad. No como todos esos malditos aduladores que tengo a mi lado, no sirven para nada. Si por mi fuera, los mandaría matar a todos, pero ya sabes, son hombres con mucho dinero. Dejame contarte una verdad, igual que tu me la has contado a mi. Es una verdad que ya sabes, pero que no quieres ver. Tú me has abierto los ojos, déjame abrirtelos a ti."
"En este mundo, no son los justos, los nobles ni las buenas personas las que sobreviven. Somos nosotros, la gente como tú y yo, que no le tenemos miedo a nadie. Nosotros nos arriesgamos para cambiar el mundo, para mejorarlo a nuestra forma, y lo conseguimos. Todos los que estaban contigo, muriendose de hambre, solo era por que querían. Si alguno de ellos hubiera venido a pedirme de pan, o leche, le habría matado. ¿Te parece que tengo cara de panadero, o de lechero? Sin embargo, llegas tú, y me exiges justicia. ¿Justicia? Te voy a contar la verdad que ya sabes. No hay justicia en el mundo, no por que halla hombres buenos y hombres malos, si no por que no hay justicia para todos. Quieres lo mismo que te estás quejando. Si hubiera "justicia" para tus amigos moribundos, no la habría para todos nosotros."
"Asi que recuerdalo chico, vive para ti, por ti, y de ti, y no intentes salvar a los que te rodean, no son ni la mitad de buenos que nosotros. ¿Que soy un hijo de la gran puta? Quizás, pero yo vivo, demientras que los otros sólo les queda orgullo que llevarse a la boca"
No fue rápido, ni lento. No fue menos de lo que merecia, ni más de lo que yo hubiera querido. Hubo dolor, pero no más que todo el placer que el mismo se daba. Esta vez, nada ni nadie pudo salvarlo.
"¿Que no hay justicia viejo? Si fuera cierto, no estaría aqui, pues yo soy la justicia, y vengo a equilibrar la balanza."
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario