Despacio, la sangre fría se hiela entre las ropas rasgadas de un hombre que añora su hogar. Su cuerpo se muere mientras su alma rota aspira un último aliento de esperanza para alcanzar el escalón final de la gigantesca escalera.
Dentro... te espero.
Cuando alguién hace una promesa, vende una parte de su alma. Entonces empieza el camino que conlleva a la locura, a las nubes oscuras que hacen tronar los cielos y mojan el suelo... con tempestad.
Y tú, corazón vacío, te volverás tan oscuro como esa misma tormenta. Ostentarás un poder inmenso, arrasarás cada cimiento de los que te hicieron daño. Será entonces cuando habrás dado el primer paso de la gran escalera que te ha llevado hasta aquí.
Si alguna vez fuiste libre... mentiste. Nunca lo fuiste para mi.
Arrancaste la agonía de los hombres para cargarla sobre tus hombros. Cabalgaste a lomos de la mismísima Muerte y conseguiste doblegarla ante tus pies. No podías morir. No se puede matar, lo que ya está muerto.
Y entre medias del hielo, has descubierto por qué estás aquí; alma rota que me buscas eternamente, por cumplir tu promesa ya no soy parte de ti.
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2 comentarios:
Eres muy buen narrador, las historias que he leido por ahora me han gustado.
Te seguiré leyendo si sigues escribiendo :)
Hola,
Me alegra saber de ti. En especial descubrir este espacio.
Espero que haya ido bien selectividad, uno de esos lugares automatizados que deciden nuestro futuro, pero que no mide ni valora realmente aquellas cosas que nos harán triunfar en el.
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