Barba de dos días;
empiezo a plantearme
dar señales de vida.
Dos días pueden cambiar a uno.
Depende del nivel de testosterona
puedes seguir siendo el mismo crío gilipollas
amarrado a un carnet para entrar en la discoteca
o decidir qué mejor forma es la de escapar
de tu isla desierta en medio del Caribe.
Mi caso es el primero.
- Pablo, a veces te comportas
como si tuvieras 16 años. Sigues con tus fondos
de pantalla de tetas en el móvil
y riéndote cada vez que alguien grita
la palabra fornicio.
- Jajajaja. Fornicio dice... será puta.
- Debes madurar. Dejar de reírte por un
un chiste que manda a fregar a las mujeres,
a los negros a las jaulas,
a los catalanes a freir mangueras
y a los andaluces al PARO o a la siesta.
- Me voy a dormir.
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