Cambiamos el mundo que nos rodea a base de tequila y dolores de cabeza.
Pero así, durante una noche, encuentro a mi princesa, que ni es de madera ni reposa a los pies de la mesa donde busco la sabiduría que sólo consigo encontrar bajo la lluvía de una sóla estrella que viene directa a por mi.
Y convierto la hojarasca en una rosa para ti y consigo vivir algo más de tres segundos antes de caer envenenado por el señor Redox y su panda de psicópatas que me golpean cada noche con una nueva teoría de la verdad universal...
No está mal ver el mundo sonriente una vez a la semana.
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1 comentario:
Espero veas ese mundo mas de una vez ala semana, pero no te hagas adicto a el.
Buscalo!
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