Incredulo, ateo o simplemente gilipollas. Así es cómo me llaman algunos.
¿Que importa lo que crea o no crea? Lo que es verdad y lo que no...
¿Que importa cuanta gente murió por la verdad? Y cuanta gente muere por verdades...
¿Que importa que sueñe, que luche, que dude? Dime... ¿Que importa?
Tú luchas por lo que crees, por lo que te enseñaron, por defender aquello que te otorgaron... A ti te otorgaron fe y a mi me otorgaron sueños.
¿Que importa?
Que importancia tiene que carezca de la fe necesaria para creer que este mundo no se irá la mierda, que después de esta vida habrá otra mucho mejor, un mundo done las palabras libertad, justicia o bondad no sean sólo eso, palabras.
Llevas razón, carezco de todo ello.
Pero no carezco de sueños. Ni de sueños ni de voluntad para cumplirlos en este mundo. Todos esos sueños que nadie soñó, por que tenía miedo a soñar. Todos esos sueños que con el paso del tiempo, se dejaron de soñar.
Yo no tengo fe, pero estoy lo suficientemente loco para soñar. Vosotros teneis vuestra fe, y yo, un mundo por cambiar...
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